EL CANON BÍBLICO, COMO LLEGARON A SER 66 LIBROS DE LA BIBLIA EVANGÉLICA.

EL CANON BÍBLICO, COMO LLEGARON A SER 66 LIBROS DE LA BIBLIA EVANGÉLICA.

Es sorprendente que por lo general la misma palabra “Biblia” no se encuentra en el texto de traducciones de las Santas Escrituras al español o a otros idiomas. Sin embargo, para el siglo II A.C. a la colección de los libros inspirados de las Escrituras Hebreas se la llamaba ta bi·blí·a en griego. En Daniel 9:2 el profeta escribió: “Yo mismo, Daniel, discerní por los libros [...]”. Aquí la Septuaginta tiene bí·blois, la forma plural del dativo de bí·blos. En 2 Timoteo 4:13 Pablo escribió: “Cuando vengas, trae [...] los rollos [griego: bi·blí·a]”. En sus diversas formas gramaticales, las palabras griegas bi·blí·on y bí·blos aparecen más de 40 veces en las Escrituras Griegas Cristianas, y por lo general se traducen “rollo(s)” o “libro(s)”. Posteriormente bi·blí·a se usó en latín como palabra en número singular, y del latín la palabra “Biblia” pasó al español. 

Canon: de origen griego, ουσ. κανόνας, κανόνες ;caña de medir,  regla, principio, dogma, doctrina. Comportamiento justo de las reglas.
El estudio del canon de las Santas Escrituras es el examen del proceso mediante el cual se determinó que los libros actualmente contenidos en ellas son de verdadera inspiración divina, expresando la voluntad de Dios para todos los hombres.
  
  • Los libros canónicos son llamados así porque dependen de una sola medida, (la Inspiración divina).
  • Libros inspirados: significa que Dios es el autor de dichos escritos, usando un agio grafo ó escritor humano.
  • Libro canónico: cuando la Iglesia legitima ó reconoce, a través de un concilio que es un escrito inspirado por Dios



Historia del Canon del Antiguo Testamento

Aparentemente no existieron libros de la Biblia escritos antes de Moisés. Dios hablaba directamente con los patriarcas y profetas. Estos a su vez hablaban a los hombres en nombre de Dios, tal como lo hizo Abraham (Génesis 20.7).

La primera parte del Antiguo Testamento es llamada por los judíos "la Tora" (Ley), y muy a menudo se le menciona en el Nuevo Testamento como "la ley de Moisés". Nosotros llamamos a estos cinco libros el Pentateuco, palabra griega que significaba al principio "cinco vasijas" o "instrumentos", y que luego a interpretarse como "libro", o sea "el libro en cinco tomos".
Algunos teólogos creen que este proceso para determinar que escritos eran de inspiración divina comenzó en el periodo de Esdras quien es así considerado como el padre del Antiguo Testamento, el Tanaj judío (siglo V a.C...)Esdras fija la regla en base a un proceso previo que ya reconocía la Tora o Ley Mosaico como inspirada por Dios  (2 de Reyes). 
Los "libros" de la Biblia jamás debieron ser considerados como libros separados, sino como una historia continua de la relación e instrucciones de Dios para la humanidad, con la intervención de diversos profetas para seguir la relación de esta grandiosa historia. Josué mismo no dice haber escrito un libro, sino más bien: "Y escribió Josué estas palabras en el libro de la ley de Dios" (Josué 24.26). O lo que es lo mismo, agregó su sección a los escritos de Moisés ya existentes. Este es un punto de mucha importancia y seguramente no lo comprenden los críticos modernistas actuales, que desprecian la idea de que Moisés haya escrito el Pentateuco, haciendo la siguiente pregunta: ¿Cómo hubiera podido escribir el relato de su propia muerte que se encuentra en Deuteronomio 34? Debido a que la revelación de Dios era continua y no en nuestra equivocada concepción de muchos libros, los capítulos o secciones adicionales del solo y único libro con un propósito eterno, se iban agregando aun cuando estuvieran escritos por otros autores, siempre bajo la dirección de un Espíritu y Mente infinitos. Es así que las palabras de Josué empiezan en Deuteronomio 34 y terminan en Josué 24.28. La convicción que había en los profetas de que ellos escribían una historia continua, muy a menudo los llevó a agregar un apéndice a la obra de autores anteriores, a fin de correlacionar sus escritos con los que les precedían. Así, Josué agregó el relato de la muerte de Moisés de Deuteronomio 34, en la misma forma que el autor de Jueces añadió el relato de la muerte de Josué en el libro de su mismo nombre (Josué 24.29-33).

Hay muchos casos en que un libro menciona a otro libro de la Biblia como canónico. Algunos de estos ejemplos son 2 Crónicas 36.21, en que se cita a Jeremías 25.11 como autoridad. Daniel 9.2 cita el mismo pasaje de Jeremías diciendo que estaba "en los libros... de que habló Jehová al profeta Jeremías". Jeremías 26.18 cita a Miqueas 3.12 como una profecía. Las anteriores y muchas otras citas afirman la validez de estos libros como Palabra de Dios en la mente de los profetas.

Todas las conclusiones anteriores son rechazadas por los críticos destructores, que afirman que el Pentateuco fue añadido al canon alrededor del año 400 a. de Cristo; que los libros de los profetas se agregaron aproximadamente 200 a. de Cristo, y que los escritos varios no fueron agregados sino hasta el año 90 a. de Cristo. De hecho, rechazan a todos los libros del Antiguo Testamento como canónicos
Sin embargo, el descubrimiento de los rollos del Mar Muerto ha venido a echar por tierra las fechas de canonización fijadas por los críticos destructores. Estos rollos tienen fechas que van desde 225 a. de Cristo a 70 d. de Cristo, y tienen copias de todos los libros del Antiguo Testamento, a excepción de Ester. Este testimonio antiguo relativo a nuestro canon, contenido en los rollos del Mar Muerto, destruye por tanto la teoría que rechazaba los libros del Antiguo Testamento del canon de las Escrituras. Los críticos destructores han sostenido siempre que ninguno de los libros del Antiguo Testamento fue escrito con el propósito de ser canónico, sino que los judíos, primero, amaban ciertos libros; luego, los veneraban y por fin, los canonizaban.

Las Biblias en hebreo de nuestro tiempo tienen tres divisiones: La Ley, con cinco libros; los profetas, con ocho libros, y los escritos varios, con once libros. Esa división de los libros puede rastrearse hasta el Talmud judío, aproximadamente del año 400 de nuestra era; pero no hay ningún escrito anterior que apoye esta división.
En el periodo del reinado del rey Josías, este oficializa la Tora ante todo el pueblo como libros inspirados por Dios, rescatando una copia que había sido encontrada en el templo (2da de Reyes 22.1-20), Josías hace una reforma que centraliza todo el culto judío en Jerusalén.


Primer grupo: La Ley ó La Tora

En hebreo "Torá" significa "enseñanza, dirección, instrucción."
La Torá está formada por los cinco primeros libros del Antiguo Testamento: TORÁH
1) Bereshit/Génesis
2) Shemot/Éxodo
3) Vaikrá/Levítico
4) Bemidbar/Números
5) Devarim/Deuteronomio

Segundo grupo: Los Profetas ó Nebim

1) Yehoshúa/Josué
2) Shoftim/Jueces
3) Shemuel/Samuel
4) Melajim/Reyes
5) Yeshaiau/Isaías
6) Yirmiyahu/Jeremías
7) Yejezkel/Ezequiel
-Trei Asar
8) Oshea/Oseas
9) Yoel/Joel
10) Amós
11) Ovadiá/Abdías
12) Yoná/Jonás
13) Mijá/Miqueas
14) Najum/Nahum
15) Jabacuc/Habacuc
16) Tzefaniá/Sefonías
17) Jagai/Ageo
18) Zejariá/Zacarías
19) Malají/Malaquías
Tercer grupo: Otros escritos ó Ketuvim

1) Tehilim/Salmos
2) Mishle/Proverbios
3) Iyov/Job
4) Shir HaSHirim/Cantar de los Cantares
5) Rut
6) Eijá/Lamentaciones
7) Kohelet/Eclesiastés
8) Ester
9) Daniel
10) Ezrá-Nejemiá/Esdrás-Nehemías
11) Divre Hayamim/Crónicas

Alrededor del siglo I a. C. se reunió el primer concilio judío para establecer la regla ó canon para determinar cuántos de los escritos que circulaban entre el pueblo judío eran de inspiración divina (excepto la Ley que ya había sido oficializada por el rey Josías).
Canon Judío para el Antiguo Testamento


Primer concilio: concilio de Jamnia  ( 97ª.C. al siglo I d.C.)
(Ptolomeo, hijo de Lago, cerca del año 250 a.C., ansioso por adornar su biblioteca en Alejandría, con las mejores obras religiosa de todas las culturas conocidas, requirió al sumo sacerdote en  Jerusalén obtener una traducción de Tanaj judío  al griego conocida como la septoaginta, tomando su nombre del numero redondeado de traductores que trabajaron en ella la cual si incluía los escritos de el Eclesiástico, la Sabiduría, Baruc, Judit, Tobías, los dos libros de los Macabeos y las partes griegas de Ester y Daniel) en griego, los judíos ortodoxos de habla hebrea-aramea, comenzaron a considerarse todos los escritos con alta influencia griega helenista y que habían sido escritos en su original en griego no eran de inspiración divina, por lo tanto apócrifos.

El canon hebreo de 39 libros, en realidad fue establecido en el Consejo de Jamnia, posiblemente en el año 90 después de Cristo. Sin embargo, estudiosos como Leonard Rost demuestran que las decisiones tardaron demasiado en ser aceptadas y no ha tenido aceptación en algunas comunidades judías, como el caso de los Judios de Egipto, Eritrea y Etiopía.

El Consejo de Jamnia rechazó todos los libros y otros escritos y su consideración como apócrifos, o no tenía ninguna prueba de la inspiración de Dios y fuente de la fe. Ha habido muchos debates sobre la adopción de ciertos libros, como Ester y Cantar de los Cantares, como registro Mishina.

Debido a estos problemas se crea el primer concilio de Jamnia en el 97 a.C. Este concilio estableció las primeras bases del canon.

Los libros debían estar escritos en su original  en hebreo arameizado, que contuvieran una sana enseñanza y una calidad literaria.

Los primeros escritos que aprobó el concilio conocido como Protocanonicos o primeros escritos canónicos o que cumplieron con las reglas o medidas establecidas, constaba de 39 escritos.

Segundo concilio. Concilio de Alejandria (siglo I a.C.)

Los judíos que Vivian en Alejandria enojados por la desacreditación de los escritos en griego, forma un segundo concilio que añade a los 39 libros ya aprobados los otros siete escritos que fueron excluidos por el primer concilio.

Este grupo de libros es llamado deuterocanonicos o segundo canon.

Esta última revisión del concilio de Alejandria es oficializada mas tarde por la iglesia Católica quien a su vez sufriría una división ideologica con el concilio griego y añadiría capítulos y versículos  a los libros de Daniel y Ester.

Conclusión

Es así que la iglesia Católica avala en canon del concilio de Alejandría  que considera 46 escritos, mientras que la Iglesia cristiana avalaría el primer canon del concilio de Jamnia que considera solo  39 escritos.


Historia del Canon del Nuevo Testamento

A través de un proceso largo y complicado que abarco un tiempo de seis siglos, en las Iglesias se leían los veintisiete escritos conocidos en la actualidad del nuevo testamento y muchos otros por ejemplo:
Evangelio de Felipe
Evangelio de Tomás
Evangelio de Marción
Evangelio de María Magdalena
Evangelio de Judas
Evangelio apócrifo de Juan
Evangelio de Valentín o Evangelio de la Verdad
Evangelio de los egipcios
Evangelios de natividad e infancia
Evangelios de la infancia de Tomás
Evangelio árabe de la infancia
Evangelio armenio de la infancia
Evangelio de la natividad de María
Protoevangelio de Santiago
Evangelio del pseudo-Mateo
Evangelios de Pasión y Resurrección
Evangelio de Bartolomé
Evangelio de Nicodemo, también llamado "Hechos de Pilatos" (Acta Pilati)
Evangelio secreto de Marcos
Evangelio de Pedro
Evangelio del Pseudo-Santiago
Evangelio cátaro del pseudo-Juan
Evangelio de los hebreos
Evangelio de los ebionitas
Evangelio de Bernabé
Evangelio de Taciano
Evangelio de los nazarenos
Evangelio de Ammonio
Evangelio de la Venganza del Salvador
Evangelio de la muerte de Pilato
Evangelio apócrifo de Galilea

Sin que hubiera una norma canoníca. Tres fueron las causas principales que aceleraron la formación del canon del Nuevo Testamento: 1) La difusión de muchos apócrifos, que eran rechazados por la Iglesia a causa de las doctrinas peligrosas que contenían; 2) la herejía de Marción, que seguía un canon propio. Rechazaba todo el Antiguo Testamento, y del Nuevo sólo admitía el evangelio de San Lucas y diez epístolas de San Pablo; 3) la herejía de los monta­nistas, que añadía nuevos libros al canon de la Iglesia y afirma­ba que había recibido nuevas revelaciones del Espíritu Santo.

Canon de Marción.

Marción (año 140‑170) es el testigo principal del siglo II en lo referente a la historia del canon. En su obra Antitheses rechaza todo el Antiguo Testamento, por provenir del Dios del temor, distinto del Dios del amor del Nuevo Testamento. De los escritos del Nuevo Testamento admite el evangelio de San Lucas, pero abreviado. Re­chaza los dos primeros capítulos de Lucas por tener cierto sabor hebraico. Y también reconoce como canónicas diez epístolas paulinas, excep­tuando las pastorales y la de los Hebr. Los demás libros del Nuevo Testamento no son considerados como canónicos por Marción.

Aunque no fue Marción el primero que formó un canon del Nuevo Tes­tamento, como afirman algunos autores. Antes de él ya existían colecciones de escritos sagrados que eran considerados por algunos como inspirados solo que no existía una norma clara ó reconocida por toda la Iglesia Primitiva. Esto se deduce de los testimonios que poseemos de aquel tiempo. Además, el canon mutilado del mismo Marción supone que ya existía en la Iglesia un canon, del cual se sirve a su manera. Por ejemplo:

Epístola de las iglesias Lugdunense y Vienense (hacia 177), que nos demuestra que en la Galia eran conocidos Lucas, Jn, Act, Rom, Ef., Fil, 1 Tim, 1 Pe, 1 Jn, y muy probablemente Hebr, 2 Pe, 2 Jn. Es citado el Apoc como “Escritura”.

San Teófilo Antioqueno (hacia el año 180) considera a los evan­gelistas como inspirados, y cita a Mt y Lc. También afirma que Juan, el “Pneumatóforo”, fue el autor del cuarto Evangelio. Se sirve de casi todas las epístolas de San Pablo, y en algunos lugares cita la epístola a los Rom y la 1 Tim con la fórmula: “la palabra divina” (gr. “ho theios logos”).

San Ireneo (año 175195) enseña que los escritos del Nuevo Testamento son de origen apostólico[7]. Los evangelios fueron escritos por San Mateo en hebreo, por San Marcos, el intérprete de San Pedro; por San Lucas, el compañero de VIajes de San Pablo, y por San Juan, el discípulo amado del Señor[8]. En sus escritos, San Ireneo cita o alude a todos los libros del Nuevo Testamento, a excepción de la epístola a Filemón, la 2 Pe, la 3 Jn y la de Jds

Canon del Nuevo Testamento

La Iglesia, con motivo del canon de Marción y para opo­nerse a sus doctrinas erróneas, debió de poner más empeño y dili­gencia en determinar el verdadero canon.
1.      Que el libro fuese escrito por un apóstol, o por uno que llevaba una relación estrecha con un apóstol (es decir, con autoridad o aprobación apostólica, Efesios 2:20; Juan 16:13; Hechos 2:42).

2.      Que el libro demostrase el carácter espiritual de libro divino.
3.      Que el libro tuviese aceptación universal, es decir, por todas las iglesias locales.
4.      Que el libro mostrara evidencia de haber sido inspirado por Dios.

A partir del año 393 diferentes concilios, primero regionales y luego ecuménicos, fueron precisando la lista de los Libros "canónicos" para la Iglesia.

En los primeros cuatro siglos solo se aprobaron veinte escritos: conocidos como protocanónicos (primeros libros canónicos)

Los libros deuterocanónicos (segundos en canonizar)como la Carta a los Hebreos -especialmente en Occidente-,  la de Santiago, la segunda de san Pedro, la segunda y tercera de san Juan ,la de san Judas y el Apocalipsis no fueron incluidos por algunas dudas que se prolongaron hasta el siglo V y en Siria entrado ya el siglo VI, por ejemplo Santiago enfatiza la salvación por obras, en aparente contradicción  (solo aparente por la falta de comprensión de la Iglesia) con  la carta a los Romanos y Apocalipsis era difícil comprender para la Iglesia Primitiva.

Concilio de Hipona (419d.C.)
El concilio considero una segunda revisión debido a que la Iglesia le gustaba libros como hebreos por el sacerdocio de Cristo, y Santiago.

Concilio de Cartago- África (397d.C.)
Se incorporan seis libros más, Santiago, la segunda de san Pedro, la segunda y tercera de san Juan, la de san Judas y hebreos, este ultimo todavía con dificultades debido a que no fue escrito ni  avalado por ningún apóstol.

Concilio de Cartago (419 d.C.)
Se incluye Apocalipsis  pero no de forma unánime debido a  que no había un acuerdo total para Apocalipsis y hebreos.

Concilio de Toledo (633 a.C.)
Presidido por Isidoro de Toledo un gran biblista y teólogo, se concluyo que Apocalipsis era un libro inspirado por Dios. La Iglesia proclamo que todo aquel que rechace Apocalipsis sea anatema.

La Iglesia ortodoxa y la Iglesia Griega aceptaron los veintisiete libros como inspirados.


Que Dios los bendiga.

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